Es recomendable llevar consigo siempre una botella de agua para poder hacer pequeños sorbos según se necesite.

• Durante todo el día para ayudar a refrescar la boca y a la vez hidratarse. También se pueden comer helados de hielo, granizados caseros o dejar deshacer en la boca cubitos o gelatinas elaborados con zumo de fruta natural o infusiones de menta o tomillo.
• Durante las comidas es necesario facilitar la deglución de los alimentos. Una buena opción es preparar una limonada diluida —un litro de agua con el zumo de un limón—, que además de ayudar a la deglución puede ayudar a salivar un poco más.