Los efectos del consumo de semillas de lino sobre el tratamiento o la prevención del cáncer no están demostrados.
Aunque los posibles efectos sobre el cáncer no se encuentran demostrados, el consumo moderado (de una a tres cucharadas al día) tiene beneficios sobre el sistema vascular, pero integrarlas en una alimentación equilibrada es totalmente opcional y no una recomendación médica. Se pueden moler para facilitar la absorción de los ácidos grasos y consumir enteras en caso de estreñimiento. En caso de querer ingerir más cantidad, consultar con el oncólogo ya que un consumo excesivo puede suponer interacciones con medicamentos. Consultar también, en caso de cáncer de mama hormonodependiente.