Es una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la densidad y calidad ósea y, como consecuencia, comporta un aumento del riesgo de sufrir fracturas. Es uno de los efectos secundarios más agresivos del tratamiento hormonal en el cáncer de próstata. Además del tratamiento médico prescrito, la alimentación y el ejercicio físico son fundamentales para su prevención y tratamiento.
Estos nutrientes, junto con el calcio y la vitamina D, juegan un papel importante en la prevención de la pérdida de masa muscular y ósea.
Alimentos ricos en proteínas | |
Alimentos de origen animal |
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Alimentos de origen vegetal |
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Las principales fuentes de magnesio son los frutos secos y las semillas (almendras, avellanes, cacahuetes, anacardos, semillas de calabaza…); las legumbres, especialmente la soja y sus derivados; los cereales enteros (arroz integral, avena…); la carne y el pescado; el chocolate negro; las pasas; los plátanos, y los lácteos.
El calcio se puede encontrar en alimentos tanto de origen animal como vegetal:
Origen animal |
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Origen vegetal |
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Las mejores fuentes provienen de:
Se aconseja como mínimo caminar 30 minutos al día.